07 julio 2009

:: SoLo SoN pAlAbRaS ::



Al fin de cuentas solo son palabras y cada uno las entiende a su manera y ésta no tiene por qué ser la misma, aunque se parezcan. Cada uno ve el mundo según lo que él es, es decir, es su propio espejo.

Y de ese modo, cuando yo hablo de amistad, hablo desde mi manera de entenderla y cuando tú me hablas de amistad, entiendo lo que tú me dices según lo que yo misma creo que es y viceversa. Cuando tú me hablas de ella, lo haces según lo que tú comprendes. Y cuando yo te respondo desde mi vivencia, tú lo traduces a la tuya y lo entiendes según tu modo. Es lógico que sea así.

Pero esto solo es una ilusión de entendimiento. Por eso me frustra, darme cuenta de que no entendemos lo mismo del mismo modo. Para que las personas se comprendan hacen falta años de conocerse y aprender cómo es uno mismo y el otro y aún así, nunca terminamos de conocernos. Con la soledad sucede lo mismo. Y con cualquier tema.

Por eso me pregunto muchas veces si tiene sentido hablar. Cada día me gustan menos las palabras, enmarañan, enturbian, falsean, confunden, producen irreales sensaciones de cercanía, no expresan en realidad lo que tenemos dentro. En fin… sin embargo las necesitamos, pero no me gustan. Sería preferible la telepatía, quizá así sabría en verdad que es lo que sientes por mí. Que pena que casi ninguno tenemos esa capacidad...

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