.:. Show Must Go On .:.

Pues si, como dice la rola de una de mis bandas favoritas: "Show Must Go On"

 

Pocos lo saben, pero el día 26 de Febrero falleció mi Tía Ana, una mujer tan buena como el pan, hermosa como muñeca de porcelana, pero con sus pulmones debiles. Jamás tuvo vicios, jamás fumó y aun así se enfermó. Hace apróximadamente 3 años los médicos le detectaron fibrosis pulmonar, enfermedad crónico degenerativa que la fue consumiendo poco a poco. En ese entonces nos dijeron que respiraba con 1 pulmón y la mitad del otro, y que poco a poco iría disminuyendo su capacidad hasta el punto de necesitar respiración artificial. Después de pasar todo un año entrando y saliendo del hospital, nos dijeron que viviría un año más, la desahuciaron y nos dijeron que nos prepararamos para lo peor. Los pronósticos fallaron y nos duró dos años más, en precarias condiciones de salud, pero rodeada de amor y atenciones por parte de mis primos y demás familiares. Su salud se deterioró más, perdió la vista, sufría desnutrición y el día que falleció sólo funcionaba un cuarto de pulmón, el otro había sido consumido por la fibrosis. Aún cuando sabíamos que tarde o temprano sucedería, jamás te preparas para la ausencia, duele demasiado. 

Desafortunadamente ocurrió en una fecha bastante dificil de olvidar: Un día antes de mi cumpleaños. Desde luego en cuanto supe la triste noticia cancelé todos los festejos y ya nada fue igual. En realidad mi cumpleaños no es del todo una gran fecha, siempre pasa algo malo que provoca que en vez de desear esa fecha, me da miedo.

Aun no me recuperaba de la perdida, somos muy egoistas como seres humanos, no aceptamos la muerte. 

Desde el día 25 de Febrero mi abuelo paterno, padre de mi padre y de mi tía Ana, ingresó al hospital por un sangrado en el tubo digestivo. Al parecer no era nada grave, en realidad poco nos preocupaba ya que mi Papa Quintin siempre se había caracterizado por ser una persona bastante "corriosa", muy fuerte en su salud. Sobrevivió a una caída de las escaleras, una caída de la azotea y un embolia, jamás nos imaginamos que un sangrado de este tipo lo afectara. 

El día Lunes, al salir de la escuela, fui al hospital a visitarlo. Lo vi enfermo, pero bastante estable, lo había visto peor en otras ocasiones. Cuando llegué estaba dormido, me limité a observarlo, me senté a un lado de él y lo observe como se observa a un bebé mientras duerme. Escuchaba sus lamentos, consideré que eran típicos en su estado. Después de un rato despertó y me saludó, me dijo que por qué no lo había despertado. Platicamos mucho rato, me pidió que le diera agua. Le conté las noticias actuales, sobre el terremoto en Chile y me dijo "Ya nos va a tocar a nosotros también". Me comentó lo emocionado que estaba por qué se acercaba su cumpleaños, justamente dos semanas, quería recuperarse para ir a las misas y tradiciones de la semana santa. Hubo algo muy extraño, ahora lo veo cómo si se estuviera despidiendo, me dijo que me apurara a terminar la carrera, que le echara ganas para que fuera alguien de provecho. Fue en ese momento como si me hubiera encargado de despedirlo de mis demás primos y hermanos. Me preguntó por el estado de mi tía y sólo le respondí "ella ya estpa bien, no te preocupes", no debía mortificarlo pues sabía que le dolería en el alma enterarse. Reímos de tonterias y después de un rato me retiré, le dije que lo iba a volver a visitar en la semana. Me extendió su mano, la besé y lo abracé. Le di un beso en la mejilla y me retiré. Una enorme tristeza me inundó, pensé que eran las emociones encontradas por el fallecimiento de mi tía. Me puse a llorar y no sabía por qué. Ahora sé que era la última vez.

El día Miercoles cuando regresé de la escuela mis padres me informaron la noticia. Lloré pues no lo podía creer, yo lo había visto unos días antes y jamás me lo imaginé. En ese momento me dio rabia, sentí como si Dios estuviera en contra de nosotros, ya había sido mucho con mi tía, ¿por qué llevarse también a él?... Jamás pensé que una situación así me pasaría, jamás pensé que el se iría así, tan rápido. 

Ahora sé que ellos estarán mejor así, que ahora ya podrán descansar. Me duele mucho, fueron perdidas importantes para mi en muy poco tiempo, perdidas irreparables. Siempre los recordaré, los extrañaré siempre, y sobre todo, siempre los voy a querer. Mi vida no sería igual si no hubieran pertencido a ella, y aunque no los vuelva a ver fisicamente, con solo cerrar mis ojos los puedo ver, con solo recordar siento que escucho su voz. Jamás me dejarán sola.

Finalmente hay que seguir con la función, continuar viviendo, algún día me tocará a mi estar con ellos... espero aun tenga la oportunidad de vivir más cosas.