Las nuevas teorías sobre la neuroquímica establecen que el motor del amor es el cerebro, que su combustible está en el hipotálamo y que el amor es una actividad muy compleja que realiza nuestro cerebro…
Y claro que es complicada. Resulta que cuando nos enamoramos, muchas cosas ocurren en nuestro cerebro. Lo primero, es que produce y dispara una sustancia que hace “oficial” que ahí, puede haber amor. Esta sustancia se llama la Feniletilamina y promueve la producción de otra sustancia que se llama dopamina.
Una vez que estas dos están en plena actividad, provocan que se nos acelere el pulso, que nos salte el corazón y que hasta que aparezcan mariposas en el estómago.
Además la dopamina echa a andar las estructuras de nuestro cerebro que tienen que ver con el sistema de recompensas. O sea, que es la responsable de las estrategias que cada persona implementa para conquistar a alguien, o dejarse conquistar.
Una vez que conseguimos esto, nuestro cerebro produce norepinefrina que nos hace sentir los síntomas del amor en pleno: la ansiedad, la falta de apetito, los nervios. Cuando estamos en la fase del enamoramiento, producimos endorfinas. Y es ya la señal de que el amor llegó.
Pero, en el amor, hay fases y en cada una de ellas el cerebro se comporta de manera distinta.
¿Qué les parece que hoy en día los expertos dicen que el amor es una especie de “locura transitoria”? Y lo dicen porque aseguran que cuando uno está enamorado realmente no está viendo al otro como es, sino como quiere verlo.
La ventaja de que el enamoramiento termine es que le abre las puertas al amor. Y si el sentimiento es realmente fuerte, vamos a ver a nuestra pareja como realmente es, con sus defectos tal cual.
Si aún así lo o la queremos, el amor nos va a dar un lapso para emprender una relación duradera en la que intervienen otras sustancias, que son la oxitocina -que es la hormona del apego- y la vasopresina -que es la hormona de la fidelidad. Ambas coinciden con la etapa de la reproducción.
Los expertos también dicen que el amor tiene un plazo y que si las dos partes no hace de la compañía y la comunicación un pilar, el amor se acaba, no importa lo que pase el hipotálamo entra en crisis y el amor puede mostrar su peor cara: el desamor.
Pero lo que también dicen es que cuando un amor acaba, otro empieza, por que nuestro cerebro está programado para enamorarse una y otra… y otra… y otra… y otra… y otra vez.
Glosario:
Hipotálamo: Región del encéfalo situada en la base cerebral, unida a la hipófisis por un tallo nervioso y en la que residen centros importantes de la vida vegetativa o autónoma.
Oxitocina: Es la hormona del apego.
Vasopresina: Es la hormona de la fidelidad. La producen los hombres y es la favorita de las mujeres.
Endorfinas: Actúan como neurotransmisores producidos por el organismo en respuesta a varias situaciones, entre las cuales se encuentra el amor.
Frases para entender la bioquímica del amor:
Estoy enamorada: estoy temporalmente loca.
Tengo una crisis en el hipotálamo: te van a dejar muy pronto.
Tengo altos niveles de oxitocina: la relación se va a poner seria.
Se me acabó la vasopresina: te engañaron con alguien más.
Y por último… Estoy deprimido: búscate otro amor. O si prefieren pueden angañar a su cerebro comiendo chocolate o haciendo ejercicio, así van a producir las endorfinas que su hipotálamo no está generando de natural, o amorosa.
1 comentario:
jaja pues romántico no suena...
pero me latió xD
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