Y bueno, la historia fue así... una cita normal, de la cual me había evadido en una ocasión y cuando estaba a punto de volver a hacerlo dije "pues si ya estoy aquí, total, a las 7 se termina esto"... pero no fue así... no sólo fue muy buena experiencia, fue la mejor en mucho tiempo... cuando iba subiendo las escaleras de mi casa no pude contener la sonrisa, esa sonrisa de oreja a oreja que hasta duele, supe desde entonces que era el inicio de una gran historia... el día siguiente permanecí como anesteciada, no escuchaba, no hablaba, sólo sonreía mientras recordaba el suceso anterior, no podía creer lo que había sentido, ¡lo que había hecho!. Y fue entonces cuando ese mensaje llegó: "espero que no tengan que pasar años para volvernos a ver, ¡si así estuvo el primer reencuentro cómo estará el segundo!"... sí, sin duda le había gustado tanto como a mi.
Sin duda planeamos la segunda cita, ahora ya sabíamos que iba a suceder y eso llenaba de deseo el encuentro. Esa mañana sentí una sensación especial, el peligro de no saber en realidad cuál era tu status real y el papel que yo jugaba en tu historia me llenaba de más adrenalina. Cuando te vi llegar sentí mis piernas temblar, fue la primera vez que sentí eso. hablabamos de cosas sin sentido, en realidad mis palabras eran mal articuladas pues tenía muchisimos nervios.
Y ¡wow!, de nuevo fue genial el momento, hubo más platica, más confianza, fue muy padre. En ese momento supe que podía acostumbrarme pronto a eso. Pasó el tiempo y no nos pudimos ver, sin embargo, el hablar cada vez más frecuentemente por teléfono y charlar por messenger nos vinculó más. Fue entonces cuando me contaste tu historia, me identifiqué contigo y te abrí las puertas de la mía, ahora ya sabíamos el papel que jugabamos el uno con el otro. Día a día nos sinceramos cada vez y hoy nos conocemos como radiografías, no hay mentiras ni verdades a media entre los dos.
Las experiencias fueron aun mejores con el tiempo, las risas, los momentos compartidos se hicieron inolvidables y cada vez más frecuentes. Aun recuerdo esa primera vez que de tu boca salió un "te quiero", supe que era sincero y provocó que mi corazón latiera rápidamente, simplemente fue maravilloso. Vinieron también las dudas, los miedos, los malviajes, y todo lo que le da el sinsabor a la situación, pero que a su vez lo hace real pues no es perfecto.
Hoy se que aunque me pareces la persona más maravillosa que he conocido, que me motivas a crecer, a creer, que en tan poco tiempo más hecho descubrir quien soy, NO ERES PARA MI.